Era un hada aunque iba de bruja,
lo supe porque estoy acostumbrado,
yo mismo soy un brujo que va de hado,
un señor que en el fondo es un granuja.
Aun así me apresó en su burbuja,
el hueco entre sus brazos fue mi nicho,
su lengua mi lápida, su capricho
mi perdición. La canción que dibuja
en mi espalda cada noche me empuja
a dejarlo todo, a darme por muerto,
rendirme a los encantos de Piruja.
Yo ya no soy yo porque me embruja,
me hace pedirle "cóseme a tu cuerpo
el corazón con tu tacón de aguja"
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Pero qué bien escribes, coñ*.
ResponderEliminarMe encanta! Sigue así.
Genial! (:
ResponderEliminarperfecto!
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