sábado, 28 de mayo de 2011

Fumando en la Gran Vía.

Hoy en día hay quien recorre la Gran Vía como quien hace cualquier cosa, sin detenerse a contemplar la cualidad de esófago que tiene. Yo no soy experto en aparatos digestivos. En otras cosas sí. En hacerte sufrir, por ejemplo. De hecho, no sé si el esófago pertenece al aparato digestivo o al respiratorio. Claro que igual pertenece a los dos, del mismo modo que yo pertenezco a ti y a mi mujer, aunque a ti siempre un poco más. Está claro que uno pertenece siempre a quien le administra el frío más que a quien le administra el dinero, y a mí el frío me lo administras tú. A estas alturas yo ni me pertenezco ni me administro nada. Bueno, sí, los ansiolíticos, pero no lo sé hacer del todo bien, y a veces, cuando estoy de viaje y duermo solo y el espejo del baño se me pone faltón, y echo mano del pastillero y está vacío, tengo que encender un cigarro. Si no he de fumarte a ti, que cierren todos los estancos.

lunes, 2 de mayo de 2011

Inventicahsioneh

Este soneto no tiene pretensiones,
es sólo un juego, pero me apetece
decirte por escrito que las canciones
más hermosas de Sabina, las trece,

serían más bonitas si Sabina
te hubiese conocido. En ocasiones
como esta, cuando en cada esquina
se esconde tu recuerdo, los porrones,

-y en general todo Granada- me llaman.
Ya ves, además de pintar el cielo
haces magia sin el 'abracadabra':

con sólo mirarme me quitas el frío.
Yo escribo poemas con palabras,
tú, juntando tus labios con los míos.