A un ritmo vertical,
insonoro,
a un ritmo insoportable,
casi mudo,
viene, sin venir,
la dama que me ahoga.
A ritmo de cornetas,
de cuatro por cuatro.
La muerte, tan viva,
se acerca a devorarme
a ritmo militar.
domingo, 23 de mayo de 2010
Se ha perdido una mujer y yo la he encontrado.

“Desaparecida”.
Cuando la encontré, simplemente me acerqué y le dije “¿me haces una foto?” y ella me la hizo y salí con una expresión entre insatisfacción y ganas de conocer países lejanos y cuando se la enseñé, ella en seguida lo comprendió todo y sonrió y aproveché su sonrisa para hacerle un retrato que pensé que podría venir acompañado de la palabra “encontrada”, y entonces sonreí yo también y ella me quitó dulcemente la cámara de las manos y congeló mi expresión para siempre.
En este momento hay dos sonrisas justo al lado del río de esta tierra de pescadores y saldría una foto preciosa los dos cogidos de la mano, pero no hay nadie más presente para retratarnos, y tampoco hace falta.
Karma

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