sábado, 28 de mayo de 2011

Fumando en la Gran Vía.

Hoy en día hay quien recorre la Gran Vía como quien hace cualquier cosa, sin detenerse a contemplar la cualidad de esófago que tiene. Yo no soy experto en aparatos digestivos. En otras cosas sí. En hacerte sufrir, por ejemplo. De hecho, no sé si el esófago pertenece al aparato digestivo o al respiratorio. Claro que igual pertenece a los dos, del mismo modo que yo pertenezco a ti y a mi mujer, aunque a ti siempre un poco más. Está claro que uno pertenece siempre a quien le administra el frío más que a quien le administra el dinero, y a mí el frío me lo administras tú. A estas alturas yo ni me pertenezco ni me administro nada. Bueno, sí, los ansiolíticos, pero no lo sé hacer del todo bien, y a veces, cuando estoy de viaje y duermo solo y el espejo del baño se me pone faltón, y echo mano del pastillero y está vacío, tengo que encender un cigarro. Si no he de fumarte a ti, que cierren todos los estancos.

2 comentarios:

  1. Hoy hemos estado en el hospital para asegurarnos que tengas una cama en el sótano...

    ResponderEliminar
  2. uffff... no sé cómo he llegado hasta este cigarro en la Gran Vía pero parece como si yo misma lo hubiese encendido.

    ResponderEliminar